Aproximadamente son, siguiendo las últimas recopilaciones de datos a nivel Nacional cuya fuente es el INDEC, 22.000 los guaraníes que habitan actualmente en lo que resta de selva en la provincia de Misiones. Tienen parientes en zonas limítrofes del Brasil y el Paraguay. Sus antepasados arribaron al territorio argentino a fines del siglo XIX, desplazados por los colonos paraguayos, que poco a poco fueron ocupando sus tierras. Los mbyá pertenecen al grupo de los indómitos cainguá o “monteses”, aquellos guaraníes que se lograron mantenerse alejados del sometimiento de los conquistadores y de la evangelización de los jesuitas. Son quienes conservaron más elementos de la cultura tradicional, en especial el idioma guaraní, que hablan en un dialecto muy antiguo. Hoy se encuentran arrinconados en tierras privadas o fiscales y en constante peligro de desalojo. Los intentos por participar en las sociedades nacionales se ha visto obstaculizado por intereses económicos y actitudes discriminatorias. Sus aldeas son pequeñas, y las antiguas malocas fueron reemplazadas por simples casas para cada familia quienes continúan trabajando la tierra con el sistema de roza y quema. De este modo cultivan las plantas tradicionales y otras traídas por los europeos, como la caña de azúcar. Cuando tienen la oportunidad pescan, cazan con trampas y armas de fuego y –como sus ancestros- buscan miel silvestre y recolectan en el monte. Pero las plantas comestibles, los peces y otros animales escasean debido a la destrucción de la selva y por la situación de arrinconamiento que impide a los indígenas desplazarse libremente. Por esta razón, sus principales fuentes de ingresos provienen de la venta de artesanías.
Como el guaraní es el primer idioma que aprenden, muchos chicos no hablan castellano, tienen escuelas bilingües, pero no siempre se dictan clases de todos los grados.
Como observamos en los pueblos anteriores, los guaraníes tampoco poseen una buena situación sanitaria. Ésta es normalmente mala, con abundancia de enfermedades debidas a la pobreza y agravadas por la desnutrición. Su alta densidad de población y su adaptación al medio, permanente, se manifiesta en el hecho de que su habla aún perdura y es prácticamente el idioma semioficial del Paraguay, el único que en realidad ha cristalizado. Como grupo lingüístico se extendió desde el Amazonas hasta el Río de la Plata y quizás hasta nuestra actual ciudad de La Plata.
Fuentes:
-Datos de la comunidad Guaraní: Página http://www.folkloretradiciones.com.ar/_literatura/Guaranies%20Su%20Vida%20Y%20Sus%20Mitos.pdf
-Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 (ECPI).
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